
Aun cuando sea de mala o buena fe, cuando queremos darnos a conocer, expresar que seguimos viviendo, investigar acerca de la vida de terceros, dejamos entrever que siempre dentro existe ese "cariño" por tal persona, por que todavia esta en nuestra mente y en distintas soluciones en nuestro corazon.
Y por algo no podemos borrar de la mente... o dejar de mostrarnos.
Lo más interesante es que cuando los rastros son poco amigables, como "queriendo" dejar mal al receptor, reflejan más mal al emisor, su imagen vuelve a decaer, y mas pelambreo.
Uno... uno queda como rey!
Salúd Samantha!