- El presidente albergaba la sospecha de que la oligarquía colombiana había sustraído el cadáver con fines protervos.
- Determinar si El Libertador murió, como dicen los médicos e historiadores, de tuberculosis o si bien fue envenenado con arsénico por la oligarquía colombiana.
"Confieso que hemos llorado, hemos jurado. Les digo: tiene que ser Bolívar ese esqueleto glorioso, pues puede sentirse su llamarada. Dios mío (...) Dios mío, Dios mío... Cristo mío, Cristo Nuestro, mientras oraba en silencio viendo aquellos huesos, pense en ti! Y cómo hubiese querido (...) Cuánto quise que llegaras y ordenaras como a Lázaro: 'levantate Simón, que no es tiempo de morir'. De inmediato recordé que Bolívar Vive!! (...) Bolívar vive Carajo!! Somos su llamarada!!".
Chán!!!!