FASE 2: Ésta es la fase en que todos tus amigos dicen “Oh Dios mío! Qué pequeño y brillante!”. Y tu estás totalmente de acuerdo.
FASE 3: El iPod ya forma parte de tu cuerpo. Si no estás hablando con alguien que puede despedirte, tu iPod estará sonando.
FASE 4: Pierdes tu diminuto (y brillante) iPod en algún sitio de la casa y casi tienes un ataque de nervios. Después de encontrarlo, consideras la opción de tragártelo para que no vuelva a pasar.
FASE 5: Sufres daños irreversibles en los oídos. De todos modos, esto no evitará que sigas escuchando tu iPod con el volumen al máximo.
FASE 6: Apple saca un nuevo iPod más pequeño y más brillante y el tuyo está pasado de moda y es horroroso. Simplemente HORROROSO!
FASE 7: Te actualizas y te compras el nuevo iPod.